Durante la
vida, la gente se interesa por muchas cosas y entre ellas una de las más
importantes es el destino.
Hay un
proverbio que dice Una vez el destino ha
sido determinado no puede ser cambiado. Al respecto no se ha explicado
correctamente como se forma un destino o que efectos tiene el destino en las
personas. De hecho, no se entiende correctamente lo que es el destino.
Que es el
destino? Como se forma? Como podemos cambiar nuestro destino?
Cuando miramos
y aprendemos acerca de las cosas del mundo, aquello que nos infunde más respeto
es el Karma. Cuanto más entendemos el
Karma, del poder que una causa
conlleva, más miedo nos infunde. La razón es que este Karma es el origen que permite que exista el destino de la
humanidad.
Aceptando sin
darte cuenta, miles de cosas que te han pasado, que has hecho, formas el Karma. Este Karma crea el destino, el cual te controla. Por mucho que tratemos
que alguien con un gran Karma haga
algo bueno, es imposible. La consciencia del ser humano está influenciada por
el Karma que hay dentro de si mismo.
La naturaleza del agua cambia según quien la bebe. Si la bebe una serpiente se
convertirá en veneno y si la bebe un ciervo, se convertirá en antídoto*(en Asia
los cuernos del ciervo se utilizan para elaborar antídoto para venenos). Si le
damos el agua a la serpiente y le pedimos que forme un antídoto , le será
imposible.
Todas las
sustancias y formas de vida que existen en el mundo portan su propio karma. Por ejemplo una pieza de metal o
una planta tienen su propio karma. Y
debido a su karma pueden mantener su identidad. Karma quiere decir que lo que te ha pasado se acumula en ti.
Aparece de dentro cuando se activa, incluso sin tu quererlo.
En relación al
karma aquello de lo que hemos de estar más atentos es el apego. Cualquier cosa
que haces crea karma dentro de ti. Por eso si tienes mucho apego a las cosas
materiales o la gente, se formará un gran karma
en ti. En segundo lugar viene la envidia. La envidia forma el Karma más grande.
Si alguien tiene un gran apego o envidia entonces no se puede reencarnar. En
algunos casos más serios pueden incluso caer en la situación en la que no
puedan nacer como seres humanos.
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